La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

31 diciembre 2006

CHAU

2006

CHAU!!!!!

QUE

TE

VAYA

BONITO!!!!!

30 diciembre 2006


(Texto enviado por el Tato a los Trashumantes y robado por mí para que esté en este lugar)

No sé que me pasó, pero me puse a llorar.
Disculpen.
Quizá la emoción contenida de todo lo que pasó en esta última marcha.
Casi tres años en la calle, todos juntos, los pocos juntos, las muchas ilusiones y la persistencia. Parados frente al correo, intentando estirar las pocas manos para poder llevar la bandera, miro hacia la calle y me pareció ver el Quirquincho.
Los años pasan y pesan, pensé.....pero no.
Era el querido colectivo, símbolo de nuestras pasiones revolucionarias, que estaba allí una vez más encabezando una marcha.
Con Dante, el Petiso, Agustín, la Jojó, Nati Ferrieres y mis hijas, Mariana y Maria Gracia con Juancito.
No pude reponerme. Aunque por afuera estuviera igual, no pude dormir.
No sé cómo agradecer en nombre de los trashumantes de San Luis, todo lo que
esto significó. Y lo que significa.
La locura por el otro, que resultará cada
vez más incomprensible a los poderosos y que será la llave de nuestro andar hacia el otro país.
Y gracias a la Red, porque en serio los sentimos cerca........
>

Me preocupa muchísimo que se esté agitando a la muerte frente a los condenados.
Las cosas que están sucediendo en mi país, la reaparición de la desaparición como metodología me aterra.
La lectura de los hechos bajo la mirada de Foucault produce escalofríos.
La resonancia de los suplicios se nos hace carne, y no falta el malparido que trata de sacar partido de esta situación.
Siento el miedo. Espero que nos dé lucidez y no cobardía...

28 diciembre 2006

Última marcha de los Jueves de este año.
La luz brindó un espectáculo adicional: parecía por momentos transformarse en una transparencia dorada, las nubes tornando sus colores desde el más inescrutable gris al azul luego al rosa con leves bordes amarillentos.
El Quirquincho, venido desde lejos, tantos kilómetros a cuestas.
Los trashumantes y su alegría de andar, su movimiento continuo.
Viejas caras junto a las nuevas, mucha risa, algunos cantos.
Los niñitos que marcharon dentro de la panza de sus madres y ahora corren a su lado, tironean la bandera, intentan algún sonido en el bombo.
Los chistes y saludos de siempre, la risa del Tato, agrandado por la compañía de sus hijas.
Y el cierre de Melto: ...porque la gota sabe
que horada la piedra...

Gotas de lluvia despiden a la frágil gota que está horadando a la piedra...

26 diciembre 2006

Buscando otro sistema solar
indicios de otras vidas
formas insospechadas
talvez alguien sea amigable
tal vez la luz sea distinta
los colores hablen
las palabras saluden.
Buscando fuera de la galaxia
otro sistema solar
planetas de agua
planetas de fuego
planetas esferas de luz.
Buscando más allá del big
la posibilidad de muchos bang
bangs perdidos
dentro de pequeños bigs
energía loca
asaltando los vacíos.
Buscando otro sistema solar
formas de vida radiantes
formas de vida que hablen
formas de vida que callen
formas de vida que amen...

25 diciembre 2006

Caminando en soledad
por lagos de sal y fuego
caminando lento hacia el sur,
huyendo en vano.

La soledad agobia
la libertad apresa
el llanto acompaña
la palabra libera.

Caminando libre
caminos de nadie
horizontes tan lejos
destinos tan ajenos.

Libertad solitaria
libertad sin alma.

23 diciembre 2006

Triste experiencia la de los tiempos navideños.
Casi muero arrollada por un aluvión de seres gobernados por sus carritos de supermercado, que los llevaban en su hambriento frenesí por ser colmados de cosas superfluas y prescindibles.
Si esta es la conducta en tiempo de fiestas, qué será en tiempos de catástrofe...

20 diciembre 2006

De muertes e hipocresías

En el momento en que los medios de comunicación empezaban a hacer una especie de mea culpa por las atrocidades dichas acerca del asesinato de Nora Dalmasso, murió Pinochet.

Al hartazgo y la náusea que provocaba la canalización de un hecho que no debió trascender el ámbito de la crónica policial, deberemos sumar ahora el mar de palabras que se dirán del dictador, a quien, lamentablemente, la muerte le llegó antes que la Justicia.

Sin embargo, no deja de ser un alivio saber que ya no respira y que ha dejado una cama de hospital libre para su uso.

Pasaremos varios días escuchando a recientes defensores de los derechos humanos, relatando hechos que antes callaron: muchos de los que comentarán el horror de la dictadura, mientras ésta duró hablaron maravillas sobre la estabilidad económica, el sistema de salud, la educación, los fondos provisionales, etc., etc.; parece que la muerte trastoca valores.

¿No hay un mínimo de ética, de respeto al pensamiento y a la memoria? ¿Sirve decir en este momento lo que debió ser denunciado antes? ¿No se podría y debería utilizar la circunstancia para desenmascarar a los tiranos vivos?

Tal vez el África Subsahariana, Palestina, Chechenia, Afganistán o Irak estén muy lejos de nuestros hogares y de nuestra cultura.

Tal vez sea pedir demasiado que se dé trascendencia a las guerras actuales; intentemos algo en escala más pequeña. Es indiscutible que las dictaduras matan con violencia, pero la corrupción también mata, mutila y denigra, en procesos más lentos pero no menos dolorosos.

El tirano chileno ha muerto.

Que la memoria de sus víctimas y la de nuestros desaparecidos nos dé fuerzas para combatir a los que continúan matando lentamente a nuestros pueblos.

12 diciembre 2006


Los cargos públicos : ¿carga o empleo bien remunerado?

La realidad hace que se pierda hasta la última ilusión de que detrás de cada cargo debe existir la voluntad de ejecutar un determinado proyecto político, fundado en una ideología y con un objetivo específico.

Hubo épocas en que la militancia se demostraba en el trabajo cotidiano, en cada cosa que se hacía, en el poner en práctica lo que se conoce como compromiso social. Entonces, tener que ocupar un cargo público, incluso aquellos a los que se llega por el voto popular, era una carga. Se prefería el bajo perfil, el trabajo solidario, el codo a codo y hombro a hombro con el pueblo.

Después, el pueblo se transformó en “la gente”, y la militancia se alejó algunos pasos: empezó a resultar conveniente el acceder a algún fondo con el cual financiar los gastos que acarreaba la participación.

Esto llevó al surgimiento de una nueva especie: los militantes pagos, subsidiados por el orden al que declamaban querer modificar. Más horas de militancia permitían acceder a puestos más expectables en las listas; si se contaba con la suficiente astucia, incorporarse en cargos políticos, cuya jerarquía era inversamente proporcional a los escrúpulos del aspirante.

Al aparecer estos incentivos, empezaron a crecer las alianzas más inesperadas y acomodaticias. No importaba de la mano de quién o con quién se llegaba, sólo importaba llegar. Sin proyecto, sin ideología, sin el menor asomo de ética o de compromiso moral.

Así han llegado a ocupar espacios de decisión los más disímiles, bastardos y mercenarios amontonamientos: no importa si hasta hace un momento eran adversarios o enemigos, lo importante es acceder a algún empleo. De todos modos, en lo único en que es necesario acordar, es en la distribución del botín: nuevos cargos, algún subsidio. Para quien no tiene nada, algo es muchísimo. Para quienes desconocen la decencia, no existen límites a la rapiña.



11 diciembre 2006

Ventana sobre el espejo

Solea el sol y se lleva los restos de sombra que ha dejado la noche.
Los carros de caballos recogen, puerta por puerta, la basura.
En el aire tiende la araña sus hilos de baba.
El Tornillo camina las calles de Melo. En el pueblo lo tienen por loco. Él lleva un espejo en la mano y se mira con el ceño fruncido. No quita los ojos del espejo-
-
¿Qué hacés, Tornillo?
- Aquí- dice-. Controlando al enemigo.

Eduardo Galeano. Las palabras andantes. Catálogos, Buenos Aires (1993)


10 diciembre 2006

Una publicidad de no recuerdo qué crema o pañal, dice que cuando nace un hijo, nace una madre.
Mi nacimiento se produjo en una etapa de mi vida en la cual(creía) todo estaba ordenado: profesión, empleo, casamiento, auto, departamento, salud, predisposición favorable.
Al ir pasando el tiempo, la mayoría de eso se fue descomponiendo: cambié de empleo, me divorcié, me fui a vivir a otra ciudad, perdí una gran cantidad de cosas y seres imprescindibles, mi carácter se transformó, estoy a la deriva en la mayoría de los aspectos que debería haber resuelto.
No sé si se trata de fracaso, tal vez la condición de exitoso o fracasado sólo sea otorgada después de la muerte según el criterio de terceros más o menos interesados en la evaluación de trayectorias.
Transcribo a Borges: como ser humano soy una especie de antología de contradicciones, de gaffes, de errores, pero tengo sentido ético. Esto no quiere decir que yo obre mejor que otros, sino simplemente que trato de obrar bien y no espero castigo ni recompensa.
Pero, esto de tratar de obrar bien, parece que no lo hago adecuadamente, y termino dañando a quienes más quiero.
Quisiera encontrar el modo de comunicarme sin que se susciten dobles interpretaciones o intencionalidades molestas.
No quiero herir a nadie, no quiero molestar, sólo deseo evitar algunos de los errores que ya he cometido en esto de andar viviendo, aunque lamentablemente eso que se llama experiencia es una cuestión que debe ser elaborada por cada persona.
Cada vez me cuesta más seguir poniendo ganas en las cosas que hago, poniendo energía en causas perdidas, esperanza en la luz a pesar de la noche, disfrazarme de fuerte cuando ya mis fuerzas se han agotado, mostrarme sonriente a pesar del dolor.
No espero que los demás se adapten a mí, sólo espero que no me exijan ser como ellos...

(Recordé esto que escribí cuando lo detuvieron en Gran Bretaña, lo transcribo ahora que dejó de respirar)

Otro tirano atrapado
Tristes sombras, contornos torvos
Hay gritos alegres en sitios inexistentes
¿Dónde están las tumbas de los que no están?
Están en todas partes porque jamás se fueron
Historia partera nos pariste a todos
Tibio temblor en la sangre
Negro y rojo, sombra y gozo
Niños extraviados en laberintos tramposos
Tramposa rata engañando viejos
Niños mágicos volviendo a casa
Tiranos presos llegando a la muerte
Muerte pronta para sus vidas lentas.

Lamentablemente, su muerte llegó pronto. Tendrá honores. No tendrá tumba. Ojalá que no descanse jamás en paz...

03 diciembre 2006

"Me gustaría tener manos enormes,
violentas y salvajes,
para arrancar las fronteras una a una
y dejar de frontera sólo el aire.

Que nadie tenga tierra
como se tiene traje:
que todos tengan tierra
como tienen el aire."

Jorge Debravo

02 diciembre 2006

Parece que la realidad está ganándole por goleada a la poesía en este blog...
Es como si la bronca fuese mucho más fuerte que todas las demás sensaciones.
Si disminuye un poco, aparece la tristeza; a veces, la melancolía; casi nunca la alegría.
Esto me lleva a darme cuenta que, repasando lo que encuentro por ahí cuando buceo por la blogosfera, la alegría no se escribe demasiado: ¿será cuestión de marketing?