La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

28 noviembre 2007

Patética Marta con tu cruz de oro,
defendiendo la propiedad privada,
discurso con códigos vacíos
palabras huecas para ocultar traiciones;
usurpación, flagrante delito,
tengo la obligación de intervenir...
Patética Marta, renunciante previa,
tantos delitos viste y callaste,
te acordarás algún día
de los privados de propiedad?

27 noviembre 2007

Una mariposa negra
se metió en mis recuerdos,
removiendo olvidos y furias,
hasta vencer al silencio.
Hoy, una mariposa negra,
victoriosa y suelta,
impune y maldita,
navega por mis venas.

20 noviembre 2007

- ¿Por qué estás triste?
- Acabo de soñar un sueño equivocado...

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Durante años, viví al lado de alguien que me subestimaba, y le creí.


Desde hace años, vivo entre algunos que me sobreestiman, y les creo.


Deberé recurrir a la soledad para conocer mi valor real?

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15 noviembre 2007

A veces las sombras
se ubican firmes delante de mis ojos
Son días oscuros,densos, febriles.
Mi mirada se esfuerza,
mis pensamientos se obstinan,
las preguntas se agolpan.
Sólo algunas palabras viejas
se animan a salir, entre susurros,
a buscar novedades.
Quisiera, en esos días,
inventar otro mundo.

11 noviembre 2007

Es la tarde,es el frío, la noche
o el aleteo de una mariposa en el mar de indonesia.
Es todo eso o nada,
pero la luz se niega
a alumbrar tu olvido.
Esta tarde,
antes del frío,
llegó la noche
a acompañar mis sombras...

07 noviembre 2007

Visita fugaz al deshonorable consejo de los delirantes

Pasa la cucaracha rubia, exultante de ignorancia y grasa.
Llega el sapo blanco, derrochando prepotencia y grasa.
Saluda el cascarudo negro entre efluvios de soberbia y grasa.
Parlotea la pititorra pálida tras su barniz de cultura y grasa.
Huyo hacia el aire libre.