La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

21 abril 2009

Hoy soñé un puente
luminoso, azul y brillante
sobre él transitaban duendes
gnomos, elfos y hadas
no sé porqué caminando todos
será tal vez la solidaridad
existente entre los reinos mágicos
o tal vez el puente era tan bello
o tenía un poder extraño
que los ángeles también
elegía caminar para cruzarlo
de un lado la noche
del otro la luz radiante
y esos seres extraños
eligiendo hacia cuál
de las márgenes trasladarse.
Entre ellos, dudé:
la luz es bella pero oprime
causa desgaste
prefiero la noche calma
las estrellas suaves
quizá la luna alguna vez
o puede
que no se trate de un solo destino
sino ir y volver acompasado
una orilla y la otra
hasta que las fuerzas se acaben
o arrojarse por las barandas
hacia el abismo o la gloria
hasta despertar llorando,
sólo se trata de un puente
sólo pido un abrazo...

Estuviste ahí pero no
y es lo que duele
te dije te sentí pero no podía abrazarte
abrazarnos y reír
tan formal no me pensé jamás
hubiéramos elegido juntos esos trajes
que dicen son los únicos que los no nobles de sangre
debemos usar para tapar nuestra sangre
disimular su rojo ante la furia de sus azules.
Estuviste ahí
te nombraron mis palabras
quizá alguno se turbó por tu presencia inadecuada
los techos tan lujosos
los rostros tan solemnes
y tu cuerpo quién sabe dónde
y tu risa quién sabe dónde.
No hubieses soñado quizá
presentarte ante esta gente
hubieses huido o tal vez
me pidieras no ir.
Pero ya estoy viejo, no cansado, son sólo años
mi voz sigue fuerte
mi poesía te vive,
por eso estuviste ahí
aunque no.

04 abril 2009

Quién sabe por qué motivo este año los fresnos no lucen sus trajes de oro.
Será que la crisis global los volvió humildes o temen ser saqueados.
No sé la causa, pero se han vuelto esqueleto triste, repentinamente, ordenados y en fila flanqueando el canal...

01 abril 2009

Sigo pensando en puentes.
Grandiosos, atravesando ríos caudalosos o bahías profundas.
Los que cruzan pequeños arroyos o cauces casi secos.
Construidos por un puñado de voluntades hermanadas o resultado de megaproyectos.
De madera, de hormigón, de acero, rústicos o refinados, modernos o milenarios.
Todas las variantes imaginadas, abrazo fraterno entre márgenes complementarias.
Como la vida, puente frágil entre dos infinitos.