La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

01 abril 2009

Sigo pensando en puentes.
Grandiosos, atravesando ríos caudalosos o bahías profundas.
Los que cruzan pequeños arroyos o cauces casi secos.
Construidos por un puñado de voluntades hermanadas o resultado de megaproyectos.
De madera, de hormigón, de acero, rústicos o refinados, modernos o milenarios.
Todas las variantes imaginadas, abrazo fraterno entre márgenes complementarias.
Como la vida, puente frágil entre dos infinitos.

1 Comments:

Blogger franco said...

No sé cuánto tiempo hace que no te leo.

12:01 p. m.  

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