La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

10 noviembre 2008

Amurallar los sueños,
atrincherarse
hasta que la vida pase.

1 Comments:

Blogger franco said...

O

amurallar la vida,
atrincherarse
y que los sueños lleguen

2:35 a. m.  

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