La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

29 abril 2008

Rosario, 25 de Abril de 1987

Mi muy estimada Lucía:
A pesar de los vientos y las sombras que con frecuencia nos distancian, anoche he vuelto a soñar con Usted. Es una respuesta, quizá, que ofrece mi subconsciente, algo más racional que mi consciente o menos loco que mi incosciente, que apunta a restaurar un vínculo que necesito para sobrevivir.
Querida Lucía, no se deje llevar por los comentarios que tal vez llegan a Ud. Son sólo chapucerías que inventa la gente sin imaginación para entretener sus días grises.
Si le han dicho que no le convengo, que me han visto en actitudes poco amigadas con las buenas costumbres, eso es producto de erróneas interpretaciones que sobre mi conducta efectúan los necios.
Tal vez le parezca a su digno padre que yo no trabajo lo suficiente pera otorgarle a Ud. todo el confort que merecerá en su vida; es que las aspiraciones de su progenitor apuntan a elevar la calidad de vida de sus descendientes a un nivel semejante a los reyes. Pero, en vista del resultado que se observa en la conducta de los actuales vástagos de las testas coronadas de la vieja Europa, no me parece un buen ejemplo a seguir.
Si su tía abuela le ha sugerido que su respuesta sea la negativa, debo recordarle que a esa señora la guía un solapado resentimiento. Trata de hacer que Ud. sea su acompañante perpetua y quien deba prodigarle el cariño que por sus propios medios no logró. Además, puede servirle de ayuda para desoír el consejo, echar una rápida mirada sobre el ceño fruncido y el bigote hirsuto de la señora, atributos sin duda relacionados con las ganas que ella siempre tuvo de contestar que sí y que no pudo concretar ante la ausencia de la pregunta adecuada.
Pero, por sobre todas las cosas, querida Lucía, sepa Ud. comprender que ese apelativo no tiene nada que ver con mis condiciones morales y personales, no ha debido significar para Ud. un agravio el que alguien le haya dicho que frecuento en demasía a mis pares, los canallas.
Atentamente, a sus pies, un servidor.

25 abril 2008

Sí. Estoy dispuesto a hacerme cargo de lo que se me acusa.

He vivido mucho, conocido personas diversas, frecuentado lo más variado del zoológico de esta ciudad.

He conocido mentirosos de diverso calibre y múltiples motivaciones, de los que soportaban hasta los límites más extremos a los inquisidores de turno sin retractarse de nada.

También frecuenté chismosos, de los bienintencionados estilo celestina y de los que gozaban con los daños generados a su paso, de los que transmiten hechos y aconteceres y de los que emiten opinión y juicio acerca de todas las vicisitudes de la vida en sociedad.

Trepadores en sus distintas variantes: por prestigio, por poder, por dinero, hasta por amor.

La legión de los farsantes me desagrada profundamente, y jamás recibirán de mí una palabra de apoyo.

Los mitómanos siempre me conquistaron, porque soy un eterno admirador de la imaginación. Cómo no voy a querer a quienes la llevan a tan sublime grado, a ese autoengaño que los convence y les da fuerzas en la defensa de la veracidad de situaciones muy disparatadas.

Que sirva lo anteriormente expuesto para dar a los presentes una visión un tanto más amplia acerca de mis conocimientos e interacciones con exponentes variados con quienes he trabado relación a través de años de concienzudo estudio y análisis pormenorizado.

Fue este conocimiento el que me llevó a la defensa que hoy encaro con toda mi convicción.

No se equivoquen. Se me acusa de fomentar algunas formas de vagancia por transcurrir muchas horas de mis días en la mesa de un bar.

No se trata de charlas sin contenido o propósito, y el detalle de las categorías antes descritas y clasificadas es una pequeña muestra de ello.

Que nos reunamos sólo hombres es una simplificación para evitar pérdidas de precisión en las definiciones.

Que a veces miremos partidos de fútbol no significa dejar de lado nuestros objetivos, podría avanzar en detalles acerca de comportamientos de jugadores, árbitros, DT, utileros, hinchas y/ o simpatizantes.

La presencia de alguna eventual cerveza o quizá un fernet no impiden el fluido raciocinio, por el contrario, fomentan la creatividad y agudeza del análisis.

No, señores, no se trata de vagancia. Es sociología empírica en estado puro.

17 abril 2008

23/06/97
Salida: 23:30
Asiento: 17
Vagón: 83
Origen: Santa Lucía
Destino: San José
Llegada: 14:30
Parece estar todo dicho, detalle a detalle. Itinerario idéntico para todos los usuarios del servicio.
Pero lo lineal, lo perfectamente definido, no existe. Cada mirada va componiendo un paisaje, cada paisaje es una huella digital a partir de distintas historias.
Al encontrar ese boleto amarillento, de un viaje que fue fatalmente rutinario y repetido año tras año, emprendió otro recorrido, hacia quién fue cuando lo usó.
Si veinte años no es nada, la mitad de nada no parece ser demasiado.
Pero esa nada estaba llena de días, algunos vividos, muchos sufridos, otros que se gozaron.
Los afectos marcaron estaciones, hubo acontecimientos que pasaron velozmente, como pequeños pueblos.
Sitios cómodos, aquel empleo nocturno poniendo música en un bar; estrechos, con jefe tonto, oficina pequeña y poca luz.
Sobrevoló el viaje con nostalgia, se detuvo unos momentos en visiones reiteradas, conocidas, previsibles.
Pasó rápido por intrascendencias varias, demorando su mirada, casi sin respirar. Sabía que iba a llegar a ese sitio que lo marcó para siempre.
Esa curva imprevista que lo arrojó lejos, solo. Al exacto lugar en que se encontraba hoy.

Ser uno y ser mil
Ser máscara y ser voz
Palabra y sonido
Mundo y planeta
Horizonte y olvido.

Ser uno siendo mil.

15 abril 2008

Puerto niebla,
puerto humo.

Hastío de ser,
anhelo de no estar.

Niebla,
humo.

03 abril 2008

Estoy triste.
Tal vez sea marzo
o la luz amarilla entre los fresnos,
los días más cortos,
o mi incapacidad para sentir.
Descansa mi tristeza si sueño
y en mis sueños no soy triste;
río, gozo, sufro,
pero jamás triunfa la pena.
No hay otoño ni días breves:
hay ríos, árboles y a veces mar,
siempre sol y siempre verdes.

Algún día, quizá,
si despierto de repente,
podré perder la tristeza...