La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

03 abril 2008

Estoy triste.
Tal vez sea marzo
o la luz amarilla entre los fresnos,
los días más cortos,
o mi incapacidad para sentir.
Descansa mi tristeza si sueño
y en mis sueños no soy triste;
río, gozo, sufro,
pero jamás triunfa la pena.
No hay otoño ni días breves:
hay ríos, árboles y a veces mar,
siempre sol y siempre verdes.

Algún día, quizá,
si despierto de repente,
podré perder la tristeza...

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

:)

11:30 p. m.  
Blogger Matías said...

ro ese dia te sorprenda pronto...

7:04 a. m.  

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