Apenas atraviesa la barrera breve de los párpados,
mi mirada se vuelve pobre.
Lo alado se reduce a pájaros, insectos y murciélagos.
Los colores sólo aparecen bajo la luz,
las aguas fluyen en ríos con márgenes precisos,
los mares tienen límites y dueños,
los oceános son tres.
Pero, hacia adentro,
existen pegasos, ángeles, dragones,
incluso algún demonio.
Colores infinitos, ríos rebeldes,
habitan mi interior.
Las palabras pierden vuelo al salir de mis labios.
Las más fuertes, más lúcidas, se resisten a salir,
resplandecen dentro del cómodo nido de los pensamientos.
Cada día, mi refugio se torna más confortable.
Cada día es más difícil salir de él.
Pronto cerraré definitivamente sus puertas.
mi mirada se vuelve pobre.
Lo alado se reduce a pájaros, insectos y murciélagos.
Los colores sólo aparecen bajo la luz,
las aguas fluyen en ríos con márgenes precisos,
los mares tienen límites y dueños,
los oceános son tres.
Pero, hacia adentro,
existen pegasos, ángeles, dragones,
incluso algún demonio.
Colores infinitos, ríos rebeldes,
habitan mi interior.
Las palabras pierden vuelo al salir de mis labios.
Las más fuertes, más lúcidas, se resisten a salir,
resplandecen dentro del cómodo nido de los pensamientos.
Cada día, mi refugio se torna más confortable.
Cada día es más difícil salir de él.
Pronto cerraré definitivamente sus puertas.
1 Comments:
exquisito... ojala antes de que los cierres para siempre, aunque suene un poco egoista de mi parte, espero tener el placer de leer mas poesias como esta...
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