La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

19 febrero 2013

Alguna vez supe tener
almita de marinera
añoranzas de la mar
ilusiones altaneras.

Del alma  poco queda
la mató la razón,
débil la esperanza 
frágil la emoción.

¿Autocrítica, resignación 
o propósito de enmienda?
Tengo diez años más 
de los que quisiera,
porto quince kilos más 
de los que debiera.




17 febrero 2013


Moriré una noche de Abril
cerca de la madrugada,
mientras en la vieja Lisboa
se llenan de flores los balcones
y los malinches incendian
las calles de Managua.

Una ceremonia breve
(nunca las formalidades
ni los actos protocolares
han sido lo mío).

Luego el Padre Fuego
y volver,
definitivamente, al río,
a la sombra del recuerdo
de la sombra del sauce
que protegió mi infancia.