La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

30 abril 2013

Partir al atardecer, en el momento en que el sol se oculta y se mezclan luz y sombra, creando relieves y profundidades que sólo en ese momento existen.
Si es un día de suerte, habrá festival de dorados y púrpura en las nubes, premio mayor si hay nubes de tormenta hacia el norte.
El azul volviéndose negro, el lucero, la primera estrella y después la aparición silenciosa del resto.
Avanzar en la noche, a través de un instantáneo túnel luminoso que desaparece a nuestras espaldas.
Una estrella fugaz, un pueblo a lo lejos, el suave abrazo de la oscuridad, el silencio, compañeros fieles de viajes nocturnos.

29 abril 2013

A los policías de la provincia de San Luis  (Vizcacheras), a los policías de la provincia de Córdoba (Chaján y Holmberg) y a los prefectos del control Sampacho, que en cada viaje entre Río Cuarto y Villa Mercedes me hacen detener para que les responda las mismas preguntas: "¿De dónde viene?" y  "¿Hacia dónde se dirige?", les digo que hace 53 años que vengo preguntándome lo mismo y aun no he hallado respuesta. 

24 abril 2013

Soy una ilusión de agua
un perfil imposible
castillo incorpóreo
ocultando arrecifes
para atrapar viajeros sonámbulos.
Se aleja el frío,
el espacio cruje,
acecha el abismo:
amanecer victorioso
que impone su fuego
sobre el recuerdo inexacto
de la noche polar.
Ilusión de agua quieta,
isla breve, hogar anhelado,
una sombra apenas,
un destello fugaz.

17 abril 2013



La pasión del espejo
Gabo Ferro


Me deshice en la luz 
y me desconocí cuando el viaje partió desde tu espejo ¿Qué nudo hondo se abrió para mostrarme así? 
De carne me hice aurora en el reflejo 
Una cosa soy yo y es otro el que está ahí durando en el paisaje de un momento que se quedó tal vez a medio terminar 
El cuerpo es poesía, el resto es verso
¿Quién puede asegurar que tu imagen no está antes de que te asomes a la fuente? 
A ver quién va a purgar su historia sin nadar bien lejos de la costa en la corriente 
No salí como entré después de proyectar mi cuerpo y mi memoria en este espejo 
No te puedo contar las cosas que yo vi 
No puedo transferirte mi reflejo...

15 abril 2013

Vuela como un sol
por la penumbra del día
(Eduardo Mileo)

Ha decidido, a partir de hoy,
no responder a su imagen
esa que a veces lo mira desde el agua
o se le impone, con fuerza,
al entrar en el ascensor.
Ha decidido ser otro, invisible,
detrás de la máscara 
con que todos lo conocen:
reirá despacio mientras sus ojos lloran
dormirá en silencio
mientras su boca alaba la noche
ya nunca será real 
su mirada en su reflejo.

10 abril 2013


El horizonte es una línea
lo que toco como agua
lo veo como cielo
cuánto de real
hay en cada uno.

Error en los sentidos
confusión consentida
como a veces transformar
en felicidad la alegría
o en nostalgia la tristeza.

Cuánto de realidad guarda
una imagen en su reflejo
cuánto de reflejo tienen
los sueños cuando se inventan.



I
Inevitablemente, tenía sed.
Por frío, calor, miedo o alegría.
De a poco, empecé a usar el agua como antídoto.
Tomaba agua para neutralizar, paralizar, desalentar dolores.
Hoy, una mínima cantidad de agua aleja cualquier sensación.
Inerte, caminaré hasta el desierto para volver a sentir.

II
Tiembla el camino a lo lejos.
El cielo, imagen incierta,
Se refleja en un agua que no existe.

III
Lluvia suave
sobre los girasoles.
Gozan los pájaros
se ha ido la sed

Encontrar las palabras
que digan una música suave,
como de agua de río
o viento de marzo
acariciando los árboles.

03 abril 2013

Si una tristeza menos
hubiera nacido en mi tarde
podría encontrar
el verdadero nombre
con que mi voz te llame.

Hielo confundido
cielo y sal.
Horizonte que no es.


Cuarenta y tres noches he llorado
y tal vez noventa y siete
o trescientas catorce más llore
hasta aceptar
sobriamente
que no será lo que nunca fue.

Pero aun quedarán lágrimas
de las que suben lentas
sin oprimir el pecho
y se derraman suaves
cuando sucede al fin
lo que es.