La pasión del espejo Gabo Ferro Me deshice en la luz
y me desconocí cuando el viaje partió desde tu espejo ¿Qué nudo hondo se abrió para mostrarme así?
De carne me hice aurora en el reflejo Una cosa soy yo y es otro el que está ahí durando en el paisaje de un momento que se quedó tal vez a medio terminar El cuerpo es poesía, el resto es verso ¿Quién puede asegurar que tu imagen no está antes de que te asomes a la fuente? A ver quién va a purgar su historia sin nadar bien lejos de la costa en la corriente No salí como entré después de proyectar mi cuerpo y mi memoria en este espejo No te puedo contar las cosas que yo vi No puedo transferirte mi reflejo... |
La resonancia de los suplicios
El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)
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