La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

10 abril 2013



I
Inevitablemente, tenía sed.
Por frío, calor, miedo o alegría.
De a poco, empecé a usar el agua como antídoto.
Tomaba agua para neutralizar, paralizar, desalentar dolores.
Hoy, una mínima cantidad de agua aleja cualquier sensación.
Inerte, caminaré hasta el desierto para volver a sentir.

II
Tiembla el camino a lo lejos.
El cielo, imagen incierta,
Se refleja en un agua que no existe.

III
Lluvia suave
sobre los girasoles.
Gozan los pájaros
se ha ido la sed