La resonancia de los suplicios
El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)
17 noviembre 2011
15 noviembre 2011
09 noviembre 2011
04 noviembre 2011
Aniquilado el pensamiento
olvidada la razón
calma la oscuridad
el agobio descansa
El agua llamando
entre rocas, entre cerros
inundando arena
arrastrando el tiempo
Frágil lazo de luz
nutricio cordón
proximidad material
sin esperanza certera.
El sol un sueño
el aire portador de olores
puede acaso el sol
ser llevado en el viento.
No tiene límite el dolor
tampoco la venganza
persigue el vengador su paz
su paz es una quimera.
Vuela un pájaro en la lejanía
sueña otro en su jaula
cuál es libre,
cuál prisionero.
Y cuando llegue la noche final
cuando acaben soles, ríos y viento
seré libre, tendré paz.
Acabada tu venganza
de tu rencor morirás prisionero.