La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

27 mayo 2013

Como una llamarada
un estampido o un trueno
comprende que sólo puede
tener existencia en los sitios
desde donde se ve el cielo,
aunque sea apenas un pedacito
entrevisto a través de una mirilla
o el ojo de una cerradura.
Delante suyo hay una rendija,
dos tablas separadas
por obra de la potencia del sol
o la imprecisión de un vándalo.
- ¿Querés salir?
- No, prefiero el encierro
- Pero mirá, está lindo afuera
-Ya estuve afuera y volví
- ¿No vas a salir nunca más?
- Ya he visto lo suficiente
para recordar por las noches
cuando la vigilia se alarga
o entrelazarlo en los sueños
cuando al fin logro dormir.
Fija la vista, imperturbable,
el camino se estrecha
entre los bordes de la madera.
A lo lejos, entre sombras alargadas
el último reflejo del sol
sobre la calma del lago helado.


21 mayo 2013


Ver para creer,
tantas veces dicho, tantas repetido
hasta llegar a ser
verdad irrebatible
certeza que no puede descreerse.
Pero yo he visto una estrella fugaz
y aún no era noche
el cielo todavía claro
en el naciente no brillaba el lucero
y yo vi clara,
nítida, fulgurante
una estrella fugaz.
Ver para creer
kilómetros y kilómetros marchando
el sol violento, el pavimento arde
a lo lejos agua fresca, ondulantes lagos.
- Es posible la existencia de vida
en otros mundos?
- Es posible alguna vida
después de la muerte?
- Será posible,
quizá la persistencia
esos brillos monótonos
a los que no se llega
ni siquiera cuando la tierra acaba
lugares fuera del tiempo
existencia sin dirección.
Creer para empezar a ver
descubrir en lo que no existe
la posibilidad de creer.


Motivado por la urgente necesidad de poner punto final al drama que se abate, insensible, sobre la vida de nuestros conciudadanos, qué decir, de nuestros hermanos, hijos y padres que día a día ven obstaculizado el acceso a su indelegable derecho a la felicidad, los aquí presentes, en número adecuado y en representación de aquellos por quienes hemos sido elegidos y por los que no han tenido el placer de ganar la elección también, damos por sancionada, con fuerza de ley, exenta de amparos y cautelares, y con el fin expreso de ser inmediatamente cumplida, esta ley que ordena a todos que crean lo que con claridad sus ojos divisan:
-          En horas de la aurora, cada nube será un castillo, un conejo o un rey mago
-          Los colores no tienen límites  
-          Las estrellas pueden ser alcanzadas con las manos en las noches de invierno.
-          La luna se desplaza sobre los árboles hasta el momento en que llegue hasta el filo de la sierra, se detiene y retorna al lugar desde el que vino.
-          Los atardeceres serán de duración variada, siendo más prolongados en verano para así atrapar hasta la última gota de sol que entibia el alma e ilumina el corazón.
-          Del hielo, poco puede decirse salvo que le estarán permitidos todos los azules y le será dada la facultad de migrar, para que lleven esperanzas al desierto, donde serán ubicados en espacios seleccionados los oasis necesarios para atravesarlo sin sufrimiento.
-          Por este mismo acto se suprime lo innecesario, lo que debe ser guardado bajo llave o no sea entendido sin hablar.
-          Que las palabras vuelen, se hagan pájaros o sombras viento, llovizna o escorpión.
-          Que la realidad sea cielo y el deseo, obligación.
Dése a conocimiento, cúmplase y archívese.

14 mayo 2013


Espejismo, alucinación o reflejo
difieren entre sí tanto como es posible
explicarlo con palabras
pero las palabras pueden
ser sólo un disfraz que usa la mentira
o una sombra que cubre
la certeza de lo real.
Si el espejismo
es una proyección de imagen cierta
bajo condiciones en las cuales 
la diferencia de temperatura
entre las sucesivas capas de aire
provoca alteraciones en la refracción de la luz,
puede llamarse así,
espejismo a secas,
si la imagen se proyecta bajo la línea del horizonte
o ser fata morgana si la imagen se ve
por encima de dicha línea.
Si una alucinación
es la proyección de una imagen
por una conexión especial de neuronas
que genera una diferencia de potencial
produciendo una descarga eléctrica
al estimular el nervio óptico,
el cual reacciona
como si estuviese ante algo concreto.
Si el reflejo
es sólo un efecto de la luz
al encontrar una superficie pulida.
Espejismo, alucinación o reflejo,
todos pueden distinguirse entre sí,
tener entidad propia recubiertos por palabras
o ser tan sólo modos inexactos
de nombrar lo que no existe.
(Y declaro con firmeza
que no todo lo expuesto
necesariamente coincide con la verdad)

12 mayo 2013

Como el perfil frágil 
de la luna nueva
atraviesa la sombra 
hasta llegar al río
o un chasquido leve 
antes del trueno,
lo no escrito 
precede al verbo aun sin nombre:
águila que planea en las alturas 
y refleja su sombra 
sobre los campos,
reflejo fugaz
de lo que no puede 
ser atrapado.

08 mayo 2013

En la hora incierta 
en que dos luces existen
esplendor y bruma
prosigo mi búsqueda
inacabable, eterna.
Una tierra que me reciba
firme bajo los pies
respuesta ante la angustia
pausa para seguir.
Cada tarde alcanzo a ver
línea sobre el horizonte
flotando sobre las olas.
Imagino rocas,
escucho canto de pájaros
el soplo del viento entre los pinos
nieve sobre las cimas.
Cada noche me extravío
no hay rumbo para el encuentro
condena sin fin el mar
sin fin la soledad.


Hoy he soñado dragones
pálidos, cansados dragones
queriendo ser ángeles
pero no saber mirar
su imagen en el reflejo.
Quieren una pausa
un espejo que los guarde
los proteja de su destino
les enseñe la belleza,
ser recuerdo, relámpago,
ensoñación o campanario.
Sueño cálido, espejo
diamante para pulir.

05 mayo 2013

El que ella 
quisiera que sea
le dice impetuosas,
desbordadas,
furiosas palabras de amor
a la que ella quisiera
que él sepa que es.

Mientras esperan,
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por el Servicio Meteorológico Nacional.