La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

27 mayo 2013

Como una llamarada
un estampido o un trueno
comprende que sólo puede
tener existencia en los sitios
desde donde se ve el cielo,
aunque sea apenas un pedacito
entrevisto a través de una mirilla
o el ojo de una cerradura.
Delante suyo hay una rendija,
dos tablas separadas
por obra de la potencia del sol
o la imprecisión de un vándalo.
- ¿Querés salir?
- No, prefiero el encierro
- Pero mirá, está lindo afuera
-Ya estuve afuera y volví
- ¿No vas a salir nunca más?
- Ya he visto lo suficiente
para recordar por las noches
cuando la vigilia se alarga
o entrelazarlo en los sueños
cuando al fin logro dormir.
Fija la vista, imperturbable,
el camino se estrecha
entre los bordes de la madera.
A lo lejos, entre sombras alargadas
el último reflejo del sol
sobre la calma del lago helado.