La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

03 noviembre 2015

sube lenta la luz por los cerros
marca hondonadas
brilla en las vertientes
se despide de los picos nevados

hacia dónde viajará esa luz
libre de la prisión de un mundo
atravesado en su cielo
convertida en año luz
espaciotiempo que huye
ilusión en el último resplandor

allá lejos 
en los cerros
hace tiempo
en cada vida

a menos que vueles
a menos que nades
atado a tu sombra
como atado al aire

esperando la noche
acumulo sueños
recibo bofetadas
limpio los pisos
lustro el mármol
pregunto a la niebla
dónde quedó mi sombra
invento un vuelo
breve
inexplicable
sobre el abismo
caigo
lento
hasta donde 
la finitud empieza

Me hace trampas el astigmatismo
crea líneas que no existen
una paloma gris se confunde
con el gris del tanque de cemento
un cable se hace una cuerda doble
los bordes de los nidos se vuelven borrosos
pobres pichones que anhelan volar
ojalá no les llegue mi imagen
como horizonte
palomas madres fundiéndose
entre nubes
aviones vibrantes 
que atraviesan bancos de niebla
huyendo de temibles bandadas
oscuros grises, grises claros
turbinas en peligro
el horizonte se hace difuso
que el radar nos salve
que el radar nos ilumine
el astigmatismo no reine
la humanidad se salve
las palomas tan solo vuelen
alimenten pichones
gordos, rebosantes de piojillos