no existe el miedo en esa época
los abrazos son refugio y premio
para las manos pequeñas
que han traído, veloces,
sin tropiezos
el trofeo blanco de un huevo tibio.
Nido, paja, tierra
risas cara al viento
remolino de plumas asustadas
por los brazos molinete
tan breves, inquietos
moviéndose siempre.
Cacareos luz certeza
asombro entre dos miradas
dos tiempos que se encuentran
y se cuidan
que hoy extraño.