Se
oculta el cielo
tras
un velo de polvo.
El
desierto amenaza
cubrir
la ciudad.
Troncos
oscuros,
ramas
desnudas.
El
reflejo del frío.
Entre
musgo y silencio
sombras
quietas
atrapadas,
tratan
de huir.
¿Habrán
anidado palomas
plumas
grises y blancas
entre
ladrillos que no están
en
el muro derruido?
Lo
que supo ser
terciopelo
y brillantes
hoy
es un trapo viejo
y
polvoriento.
Parpadeo
tenue
el
vuelo de un pájaro
atravesó
su mirada.
Callados
esperan
el
momento de ser útiles
las
chimeneas,
solitarias
y vigilantes.
Luna
nueva
uña
frágil
arañando
el cielo.