La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

22 agosto 2010

Inerme ante la hoja en blanco, poesía,
lucho contra todos los demonios por buscarte,
por si quisieras aún volver a amarme.
Es la tarde, brilla el sol, suena el viento,
las palabras se esconden tras las formas
las frases se estiran como lianas
y no encuentro la manera de abrazarte.
Como si de algún modo extraño, poesía,
te empeñaras en colmar mi soledad
como si fueses ángel de exterminio
castigando mis manos por mentir
quitándome las letras y las pausas
el silencio y los sonidos.
Y te ocultas y rehúyes, poesía,
y no estando tú es la noche
no estando tú, cae la muerte.
No vuelven las oscuras golondrinas,
callas, estás como ausente,
se retuerce mi espíritu de mil formas,
el papel en blanco, la pluma quieta,
un universo entre mi mano y tu presencia
transitando calles paralelas
ideas que no trocan en palabras.
Es la noche, estoy exhausta, poesía,
¿será esta mi manera de nombrarte?