La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

05 junio 2010

Todo está dispuesto, incluso el corazón está abierto,

esperando,

se diga la palabra exacta para quebrar el silencio.

Las manos pequeñas, los ojos cautos, la piel anhelante,

como una seda, como un soplo.

La noche vagando a lo lejos

montada en su luna llena

plato gigante sobre las sombras

disipando las sombras apenas.

Un sonido tenue acalla las dudas,

la respiración se acompasa:

son dos brisas juntas

agitando una llama.

Miro hacia adentro, espero, sueño, callo.

La noche se despide,

abandona su oscuridad en un rincón alejado,

a salvo de tantas miradas.

En el silencio claro flota

el silencio de cada palabra.