La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

02 noviembre 2009

A veces, por la tarde, la luz se vuelve pálida. Elisa corre las cortinas y cierra las ventanas. En la oscuridad, despierta el murmullo de las cucarachas desplazándose entre los tablones, en los cielorrasos, tras de los zócalos. Esta casa es tan vieja que ya hay más vida oculta que vida a la vista.
La frazada a cuadros, memoria de la época de los viajes a Londres para huir del calor, cubre mis piernas muertas.
La veo a Elisa alejándose, vuelvo a quedar solo. Me duermo y sueño que puedo correr, que somos niños, que no caímos, que papá no la eligió a ella.
Despierto solo, entre sombras.
La luna aún no ha salido.