Gala benéfica
Rojas las divas se deslizan
divinas sobre la pasarela roja.
Moños, globos, luces, flores,
sonrisas blancas, blancos escotes,
espaldas largas sobre piernas longilíneas,
cabellos dorados, destellos de flashes.
Las viejas suspiran sonrientes dientes blancos
implantes de última generación perfectos innaturales.
Las niñas suspiran por ser tan altas y bellas
divas divinas de rojo sobre el rojo sonriendo.
Los viejos suspiran por tener
las divas divinas desnudas sobre raso negro,
ellas esperan sonriendo soñando con el verde
encanto que les produce el verde en el interior
de sus bolsos dorados.
Rojas las divas se deslizan
divinas sonrientes incansables
la fundación del divino nombre
que salvaguarda la vida de los pobres corazones
factura recauda recoge los sentidos óbolos
que vierten sin fin los bolsillos llenos
de los que quieren tener el corazón sano
aunque eso les cueste
tanto que podrían simplemente
comprarse un corazón nuevo
rojo brillante con bordes dorados
decorado a mano por el mejor diseñador
de los que aparecen de tanto en tanto
milagro de la creatividad hasta ser
sin salida atrapados por la red del control
de lo correcto, lo permitido, lo feo.
Rojas, divinas,
las divas se deslizan.
Rojas las divas se deslizan
divinas sobre la pasarela roja.
Moños, globos, luces, flores,
sonrisas blancas, blancos escotes,
espaldas largas sobre piernas longilíneas,
cabellos dorados, destellos de flashes.
Las viejas suspiran sonrientes dientes blancos
implantes de última generación perfectos innaturales.
Las niñas suspiran por ser tan altas y bellas
divas divinas de rojo sobre el rojo sonriendo.
Los viejos suspiran por tener
las divas divinas desnudas sobre raso negro,
ellas esperan sonriendo soñando con el verde
encanto que les produce el verde en el interior
de sus bolsos dorados.
Rojas las divas se deslizan
divinas sonrientes incansables
la fundación del divino nombre
que salvaguarda la vida de los pobres corazones
factura recauda recoge los sentidos óbolos
que vierten sin fin los bolsillos llenos
de los que quieren tener el corazón sano
aunque eso les cueste
tanto que podrían simplemente
comprarse un corazón nuevo
rojo brillante con bordes dorados
decorado a mano por el mejor diseñador
de los que aparecen de tanto en tanto
milagro de la creatividad hasta ser
sin salida atrapados por la red del control
de lo correcto, lo permitido, lo feo.
Rojas, divinas,
las divas se deslizan.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home