La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

20 septiembre 2009

Uquía

En la penumbra, relucen arabescos dorados,
semejando luciérnagas al atardecer.
En la penumbra, suben las voces de las plegarias.
Lentas, se detienen,
acariciando las maderas frágiles de cardón.
Se estremecen las velas,
crean sombras, bailan un instante.
Hay tanto misterio escondido,
de manos oscuras que construyeron
este templo a extraños dioses.
Qué manos sublimes pueden
transformar ángeles en guerreros,
dar armas de fuego a soldados celestes.
Viracocha y Jehová confundidos,
el Inca y Castilla hermanados,
quién sabe a quién fueron fieles
qué raza fue la sojuzgada.
Son de América las manos que pintan
mensajes de un lejano Evangelio.
Entre las sombras, Jadziel aguarda.
Cuando él llega,
todos los hombres se igualan.

1 Comments:

Blogger AAA said...

quien es Jadziel?

5:59 a. m.  

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