La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

02 noviembre 2009

Si por alguna extraña variación del destino
me fuese permitido volver a nacer
quisiera que fuese en este mismo lugar,
los atardeceres largos de las sierras,
el canto de las reinas moras buscando nido
el olor del pan recién horneado.
Mis primeros años tranquilos
y vos, viejo, siempre ahí.
Hablabas poco, lo suficiente,
pero siempre estabas ahí,
ojos claros que lo entendían todo,
manos que nunca se cansaron.
¿Sabías que fuiste mi armadura, mi escudo,
sostén cuando mis fuerzas se iban?
¿Sabías que tus manos estaban en mis hombros
cada vez que quisieron quebrarme?
Hoy te has ido, y yo no estuve ahí.
Si por alguna extraña variación del destino
me fuese permitido volver a vivir
tan sólo eso quisiera cambiar.

1 Comments:

Blogger franco said...

También pensé en el abuelo unas cuantas veces en estos días, a veces pensando en su ya-no-cumpleaños y a veces porque no podía no pensar en él. Creo que envidio de vos el haberlo conocido más.

12:44 a. m.  

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