La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

28 noviembre 2009

20/12/72
Es verano, es diciembre, tengo 12 años. Me parece un buen momento para decidir qué haré en estas vacaciones. Para empezar, tengo que conseguir que me dejen ir sola al río. Sé nadar desde que tengo memoria, conozco cada lugar y cada persona que vive por acá, son casi como familia. Siguiendo, tengo que convencerlos que mi cumpleaños lo pasemos en los sauces, es el mejor lugar, al tío Carlos le gusta opinar pero la fiesta es mía, que no joda.
Tengo que animarme a pedirle a la tía que haga empanadas y que lo dejen al Claudio una semana en casa, total ahora no hay clases.
Quiero ir todos los días al río este verano, hasta que deba volver al encierro. Extraño a algunas de las chicas, pero son tan largas las semanas allá...

03/11/09
Resulta extraño esto de estar escarbando dentro de los propios recuerdos para encontrar algo, que se supone además debe interesar a otros. No lo escuché del todo o con la atención debida a Cheever, a veces se me queda una parte de la atención por otro lado. Hoy me me está dando vueltas una conversación con mamá. No dejará nunca de asombrarme el entusiasmo que tiene, hoy era la poesía de Roa Bastos, pero si alguna editorial la contratara para promover a un escritor, no dudo que lo haría best seller en un par de semanas.
¡Qué hubiese sido de su vida, si siempre hubiese dispuesto del tiempo y comodidades que tiene ahora! Es tan tremendamente joven que a veces no puedo menos que envidiarla. Y eso me sucedió hoy...

21/11/09
El insomnio alimenta por igual proyectos y recuerdos, modificándolos a ambos a su antojo. Se entrelaza lo que ya fue con lo que pudo haber sido, formando una red que me va atrapando, cubriendo, acariciando, hasta que el sueño llega...