La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

22 septiembre 2008

Atravieso las vías oxidadas como un fantasma melancólico.
Ya no hay trenes, humo ni trajinar de peones.
El trigo crece en otros campos, los antiguos dueños han partido.
Una plaza donde hubo vías, un escenario donde descansaron vagones.
La luna, enorme, ilumina suavemente el lugar.
Los recuerdos vuelven a tomar forma en los ojos que fueron, avanzando lentos entre las sombras.
Aparece aquella noche de abril, hace tantos años.
El encuentro furtivo, mi partida (¿huida?) rápida, el olvido que no pudo ser.
Me roza el aire frío, estremeciéndome.
Quién sabe si pueda volver a verla.
Tal vez tardé demasiado...