La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

01 octubre 2008

Popopys de la Costanera

De dónde vino, quién fue, porqué fue traída hasta aquí

A morirse de frío, de soledad y de mugre

Esa mujer flaquita, largos cabellos, ojos grandes

Quién la trajo y para qué

Habrá vivido en este sitio

O quizá sólo fue un mito

O puede que realmente haya existido.

De ser así es extraño que su paso

No haya sido registrado por los libros de historia

Ni la oficial ni la revisionista

Quizá una historia novelada

O una novela histórica

De esas que escriben las señoras serias

O a veces también los intelectuales aburridos

Donde hablan de los próceres

Y donde los próceres cuentan quiénes pasaron

Noches, días y ocasos, arropados entre sus sábanas blancas,

de algodón, egipcias, tejidas según técnicas milenarias

Y portadoras de conjuros afrodisíacos.

Quizá su historia esté escrita en otro idioma

O guardada en alguna biblioteca

Particular, muy privada, de acceso restringido,

Puede que esté en la sede de una logia masónica,

Aunque a los masones no parece interesarles

El destino de las mujeres.

O tal vez se escribió su historia

Y se elaboró un piloto

Se lo presentó a un grupo de críticos

Y a un grupo de gente escogida al azar

Y a un grupo de niños

Y a otro de adolescentes, y ellos coincidieron:

No nos gusta demasiado

Y los dueños del canal decidieron

No presentar el programa, por cuestiones de rating

Y esa historita se perdió.

También se me ocurre que pudo

Haber sido El Tony la fuente consultada,

una de Trillo y Altuna,

Ambientada en las pampas

Ellos han creado héroes a la medida

De lo que se espera de ellos.

Pero, en secreto, privadamente,

Se dan el lujo de crear seres

Que viven clandestinos

Y cuando crecen y hablan

Entonces son liberados y construyen su destino.

Aunque, a veces, sucede

Que son secuestrados por los necios con poder,

Para ser abandonados en paseos

Como esa mujer flaquita, largos cabellos, ojos grandes,

Que llora todos los días en el parque.

Pero, en verano ardiente, cuando falta el agua,

Ella respira profundo, se recompone

Y puede acomodarse mejor, sin lágrimas,

Peinar sus cabellos, maquillarse

Y sonreír…