La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

15 junio 2008

Viento de La Quebrada

Mi soledad se ve ocupada, invadida.

Acostumbro vagar a mi antojo, por lugares en los que los cambios son paulatinos, casi imperceptibles.
No me agrada lo fugaz, lo estridente. Necesito espacios libres para desplazarme, desprovistos de obstáculos.
Ahora percibo presencias extrañas.
Hay una fiesta, miles de personas alteran mi paisaje.
Los veo moverse, juego con sus voces, que traslado y deformo; avivo sus fuegos y apago sus velas, mezclo los olores.
Quisiera que algo me uniera a ellos, poder sentir.
Incluso detenerme alguna vez, aún a riesgo de que esto signifique mi fin.
Ellos están partiendo, vuelve mi libertad.