La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

27 mayo 2008

El otoño parece potenciar la angustia, al menos eso es lo que le debió haber sucedido a ella.
Lo digo porque me parece que venía bien, desde que salimos de la internación parecía estar bien.
Aunque, ahora que lo pienso mejor, Laura me dijo que la había visto un poco rara.
Pero, claro, a quién no ve raro Laura.
A todos los que no son como ella, lo que involucra a la mayoría de los seres vivientes.
Me parece un poco intolerante Laura.
Referirse a Lucía como loca no la hace más cuerda.
Sólo que Laura trata de enmendar los errores ajenos, darles una solución a las equivocaciones, mientras que Lucía absorbe y absorbe tragedias.
Hoy, cuando me enteré de lo sucedido, tuve la certeza de que mis amigas debieron haber compartido un rato largo. Tal vez Laura se extralimitó en algún consejo.
Siempre le decía: Hacete valer, no seas tonta. Hacé valer tus derechos.
Pero Lucía no siempre tiene en claro sus derechos, es tan retraída.
Eso sí, cuando está convencida, no cambia de parecer.
Laura hablaba mucho, muchísimo. Y Lucía aprecia el silencio por las tardes.
Sí, creo que por eso debió haberla estrangulado.