La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

05 junio 2008

La noche del secuestro

Niebla, frío, lluvia
Una trampa como tantas
Niños, golpes, gritos
la prepotencia que arrasa,
golpea, roba, ciega
Dolor atenazando los pechos
el llanto y el frío
Rencor sordo, ignorante,
la sinrazón del tormento
Un niño llorando,
duerme la niña,
la madre implora.
Y los gestos y los gritos
Basta, ya basta de noche
Basta, ya basta de sangre
Noche interminable,
amparo de ladrones,
protección de asesinos.
Lluvia, niebla, frío.
Niños y madre que huyen.
Él, desaparecido.
Una estrella fugaz, un relámpago
Y, después, las sombras y el vacío...

(http://www.literatura.org/Conti/secuestro.html)