La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

19 junio 2008

A veces, el río se volvía violento y marrón; sus aguas cubrían arena, barranca, ribera, alambrados.
Se miraron con rabia, chocando el negro de unos ojos con el oscuro de la otra mirada.
Unos troncos enormes avanzaban, lentos, encallando algunos entre piedras enormes como casas.
Apenas relumbró un facón muy largo.
Los animales de tierra se asustaban, huyendo hacia sitios seguros, mientras los pájaros seguían su rutina de canto, bandadas y zambullidas.
Después, la sangre llegó hasta el sauce más viejo.
En esos momentos, mirando el río oscuro, el niño viajaba lejos.
Un sauce luce una cruz oxidada entre sus ramas que aún lloran.

1 Comments:

Blogger pio said...

Qué linda imagen, che. Digna de una zamba o chacarera.

11:31 a. m.  

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