La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

03 julio 2006

Todo el tiempo estuvo ahí.
Agazapándose, oscureciéndose
Flor espantosa del miedo
Miedo que paraliza pies
Miedo que aplasta voces
que calla miradas.

Todo el tiempo estuvo allí.
Tras las puertas, tras las ojos
Dentro de la sangre
Viviendo de la sangre
Oliendo a otros
Cegando a otros.

Todo el tiempo vivirá allí
Siempre habrá sombras
palabras ciegas
puertas cerradas
ojos lentos
flores rotas
silencios negros
palabras muertas.

Todo el tiempo estará en mí...