Caigo dentro de mí.
Voy cayendo a través de una espiral interminable.Espiral oscura, asfixiante, lejos de los colores psicodélicos de otras espirales.
Por momentos vislumbro recuerdos, a través de vidrios esmerilados, pequeños flashes amarillentos.
Caminos andados, paradojas irresueltas, bifurcaciones prometedoras.
Cada paso recordado encierra miles de olvidos, lo cotidiano, lo que no vale la pena recordar, lo que es el aglomerante del camino.
Caigo más lentamente, voy llegando; el espacio se reduce.
Tal vez logre encontrarme.
Voy cayendo a través de una espiral interminable.Espiral oscura, asfixiante, lejos de los colores psicodélicos de otras espirales.
Por momentos vislumbro recuerdos, a través de vidrios esmerilados, pequeños flashes amarillentos.
Caminos andados, paradojas irresueltas, bifurcaciones prometedoras.
Cada paso recordado encierra miles de olvidos, lo cotidiano, lo que no vale la pena recordar, lo que es el aglomerante del camino.
Caigo más lentamente, voy llegando; el espacio se reduce.
Tal vez logre encontrarme.
7 Comments:
¿Tendrá razón Osho? Estuve leyendo algo en el colegio. Dice algo así como que hay que amarse, conocerse, para poder amar a algo exógeno a uno. Ojalá puedas encontrarte; ahora viene el comentario burlón: Yo tengo más tiempo para hacerlo, tengo 29 años menos.
Un abrazo
Eso fue un golpe bajo...
Jeje, de todas formas, no termina de convencerme el señor. ¿Será necesario conocerse para amar? Yo lo pienso al revés: conocer al objetivo, para así poder amarlo (y que el otro te conozca, para poder responder).
Si no te querés a vos mismo, es imposible que quieras a otro, al menos plenamente. Podés hacerlo por egoísmo
desacuerdo
Te quiero igual...
JAJA, yo también. Muy golpeado por la situación de recién..
Publicar un comentario
<< Home