La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

13 junio 2006

Estoy triste.
Siento como si un ejército de termitas hubiese destruido mi interior.
Sólo vivo a través de mis ojos. Afuera el tumulto de lo exagerado y adentro la exasperación del vacío.
Estoy muy triste hoy...


5 Comments:

Blogger franco said...

No estés triste, yo, por suerte, ahora estoy más feliz que en los últimos 6 meses, o más.. después de estar infeliz hace menos de medio día..

2:45 a. m.  
Blogger blanconegro said...

La tristeza no se maneja, sólo aparece.
A veces se queda demasiado...

11:22 p. m.  
Blogger franco said...

Right

8:45 p. m.  
Blogger Zauberlehrling said...

A veces uno olvida limpiar debajo de la alfombra y la tristeza se adhiere como polvo. Quizás hay que limpiar solamente...

11:52 a. m.  
Blogger Matías said...

a veces la tristeza llega sin avisarnos por que lo hara, esa es la mas dificil de vencer, a veces no se contra que luchar

3:54 p. m.  

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