La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

09 junio 2006

Los huecos de las palabras

La Nación bendijo los hechos, repartiendo cucardas, desayunos y veneno por los teléfonos rojos.
La voz del río, enrojecida por la furia y el espanto, avanza en círculos mientras doblan las campanas.
Decir las mismas palabras tantas veces, poniendo cortinas de palabras huecas, como si fuese una catedral rodeada por hombres solos.
Hoy fueron publicadas las mismas cosas, que aún no entienden: rostros de Modigliani, sombras de El Greco, colores furiosos de Chagall y Gauguin.
¿Dónde están las palabras faro, las palabras barco, que llevan a los hombres a soñar?
Los hombres solos no saben encontrar nada.
Los hombres solos hoy no entienden las palabras.