¿Por qué cuesta tanto la dignidad?
He llegado al hartazgo en esto de ver cómo conviven alegremente humilladores y humillados, aduladores y adulados, sometedores y sumisos.
En algunos la pasión por el poder, en otros la resignación que creen les permitirá sobrevivir.
No soy mejor que nadie, pero menos que ninguno, decía hace muchos años Martín Fierro. Es tan simple esto, tan elemental.
Sólo pararse del mismo modo frente cada ser humano, independientemente del rango que pueda ostentar.
Si todos nacemos desnudos y chillando, y desaparecemos solos y con las manos vacías: ¿por qué esas ansias de diferenciarnos durante este" pequeño relámpago entre dos vacíos"?
He llegado al hartazgo en esto de ver cómo conviven alegremente humilladores y humillados, aduladores y adulados, sometedores y sumisos.
En algunos la pasión por el poder, en otros la resignación que creen les permitirá sobrevivir.
No soy mejor que nadie, pero menos que ninguno, decía hace muchos años Martín Fierro. Es tan simple esto, tan elemental.
Sólo pararse del mismo modo frente cada ser humano, independientemente del rango que pueda ostentar.
Si todos nacemos desnudos y chillando, y desaparecemos solos y con las manos vacías: ¿por qué esas ansias de diferenciarnos durante este" pequeño relámpago entre dos vacíos"?
1 Comments:
que bonito che, me gusta mucho el blog, saludos suerte
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