La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

03 julio 2006

Mi aislamiento está rindiendo frutos.
Me evita escuchar taradeces de personas que no agregan ni quitan nada a mi vida.
Encontré, muy casualmente (en la mesa de ofertas de libros del super) una biografía de Lucio Urrutia. Tal vez el autor no es demasiado objetivo, pero eso lo hace más sabroso. Me encantó esa vida loca del tipo, arriesgando su libertad -con todo lo que significa la libertad para un militante anarquista- para tratar de mejorar las cosas.
Me encantó un capítulo dedicado a los que saben todo acerca de lo que debería hacerse, y que a la hora de laburar huyen a alta velocidad. Conozco varios en mis alrededores...
También anduve leyendo cosas de otros anarquistas (Durruti, Sabaté) y algunas publicaciones en la red, a pesar de mi fobia a la lectura sobre soporte que sea papel. Bueno, debo estar transformándome un poco, antes tampoco podía escribir si no era sobre papel.
Además, el sábado Portugal eliminó a los ingleses y Zidane a los brasileños.
He detestado este Mundial, pero estos dos resultados me encantaron.
Sigo con El Evangelio de Saramago, alguna vez lo empecé y abandoné, ahora me ha atrapado.
En síntesis, parece que fue un buen fin de semana.