La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

01 julio 2006

¡Qué fantásticas figuras dibujan las sombras en las llamas de un neumático ardiendo en el medio de una calle!
Permiten viajar, adivinar futuros. Sitios en los que los seres humanos valgan algo más que un choripán y una gaseosa barata.
Contradicciones de este lugar: en el mismo día, festejos y miedo desde un lado, perseverancia e ironía desde el otro.
Los absurdos de un Macondo de cabotaje: un carro de bomberos frente a la amenaza de un muñeco de papel y tres cubiertas, cuarenta policías antimotines para contener a treinta caminantes.
Las llamas bailan, sube el humo en espirales, en ondas, con alas de aire.
Las llamas crecen, las voces cantan, el humo se esparce, cenizas negras en el aire calmo.
Maravillosas luces rojinegras, libertad...


1 Comments:

Blogger Matías said...

te juro que me asfixio el humo y sonrei mientras lo hacia, muy pero muy buena descripcion... wonderfull

1:54 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home