La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

07 julio 2006

Sorpresas te da la vida
dice Pedro Navaja
navajas en el aire
decapitando pájaros negros
que caen sobre las terrazas
donde las rubias se asolean
para dejar de ser blancas
blancas son las mañanas del campo
cuando llega octubre
y empieza a llover despacio
sobre la tierra que espera
espera el tranvía el hombre
oculto bajo su sombrero
de paja de Panamá
Panamá que fue invadido
sin que lo defendiera nadie
porque no es bueno
que te confundan con los narcos
narcos de verdad sólo se permiten
si viven en Europa
andan en Mercedes
fuman habanos de trescientos euros
y desayunan Dom Perignon
mientras sus gatos les maúllan
maúllan suavemente y ronronean a veces
los flacos gatos de la calle
lo pueden hacer mientras son pequeños
después salen a luchar
luchar en la montaña
en medio de la selva
codo a codo con el Subco
que llevó la informática a los indios
ellos saben cómo usarla
contra los centros de poder
poder despertar temprano
estar en medio de la playa
el sol apenas se ve
las palmeras danzan
hay un murmullo a lo lejos
lejos se fue la paz
los misiles vuelven
vuelan hacia el mar
vienen hacia tu playa
quieren llevarse tu vida
la vida te da sorpresas
decía Pedro Navaja...

3 Comments:

Blogger franco said...

wow...
el post anterior me dio ganas de acribillarte ejejjeje.

11:07 p. m.  
Blogger Matías said...

che muy interesante tu forma de entrelazar las ideas, me gusto mucho...

2:13 a. m.  
Blogger blanconegro said...

Algunas veces mis ideas se ovillan y no consigo desenredarlas o separarlas sin cortar...

12:26 a. m.  

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