Una puerta estrecha
custodia el Edén.
Un cerco de puñales
la rodea.
Sólo los valientes
o los que gustan de sufrir
se atreven a ella.
Para los otros,
los no valientes,
un abrazo cálido
es la entrada al Infierno.
A los claustrofóbicos,
los que odiamos puertas,
paredes y techos:
la intemperie infinita
de la búsqueda.
custodia el Edén.
Un cerco de puñales
la rodea.
Sólo los valientes
o los que gustan de sufrir
se atreven a ella.
Para los otros,
los no valientes,
un abrazo cálido
es la entrada al Infierno.
A los claustrofóbicos,
los que odiamos puertas,
paredes y techos:
la intemperie infinita
de la búsqueda.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home