La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

30 octubre 2010

Una puerta estrecha
custodia el Edén.
Un cerco de puñales
la rodea.
Sólo los valientes
o los que gustan de sufrir
se atreven a ella.

Para los otros,
los no valientes,
un abrazo cálido
es la entrada al Infierno.

A los claustrofóbicos,
los que odiamos puertas,
paredes y techos:
la intemperie infinita
de la búsqueda.