La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

11 julio 2006

La tarde se hizo noche de repente, casi sin haber transcurrido. O tal vez sólo se escurrió, como un extraño traspié del espacio que acortó el tiempo y anuló las horas.
Los perros casi ni se dieron cuenta, los canarios tampoco.
Algún taxista se preocupó, una diva casi se suicida porque la coenzima Q10 hoy no le produjo el resultado esperado: la arruga se ve igual que ayer a esta misma hora.
Los piratas de la estética tiemblan.
¿Qué estará por acontecer, los relojes enloquecerán o se adaptarán?
El tiempo ondula, se estremece.
¿Se habrá cansado?



1 Comments:

Blogger Matías said...

el tiempo tiene vida propia y muchas veces deja de seguir cronogramas y hace lo que quiere... chau che suerte

10:11 a. m.  

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