Juegan los relámpagos entre las nubes, transformando los bordes redondeados en campo de lucha de dragones furiosos. Todo es cambio, la paz se ha quebrado en lo alto.
Indiferente, el trazo del camino es el mismo desde hace años, lo acompañen girasoles o páramo.
Mientras sigo mi viaje, entre lo inmutable y lo fugaz, trato de encontrar mi reflejo. Por momentos, quisiera la volatilidad del relámpago, capaz de inventar mundos entre la nada. Luego, es la certeza del sendero lo que anhelo para cuando llegue la noche.
Un viento suave hace ondear los pastos, mientras desaparecen los últimos vestigios de la luz del sol.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home