Es difícil comunicarse con personajes que creen estar escribiendo la historia cuando sólo constituyen una anécdota absurda o una simple nota de color.

Seres grandilocuentes, analfabetos en cuestiones de ética y desconocedores de la solidaridad, empeñados en conseguir poder para acceder al dinero o viceversa.

Si son varones, lucen autos grandes, último modelo. Si son mujeres, lucen cabellos muy rubios y cirugías último modelo.

Me vienen a la mente estas líneas, cuyo autor no recuerdo:
La humanidad recapacitará y arderá de vergüenza
al recordar estos tiempos extraños
en que la simple integridad se llamaba valor...