La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

29 julio 2007

Muchas veces son duendes de colores
los que habitan mis laberintos
se asoman a mis ojos y ríen conmigo.
Pero sucede de pronto,
aún no sé qué es lo que lo desencadena
pierden sus colores
se trastocan oscuros, hediondos,
les crecen garras y dientes,
y destruyen mis entrañas.
No sé qué es lo que sucede,
de pronto duendes se tornan monstruos
como algunos amigos evolucionan a hiena.
Tal vez algo en mi interior
los enloquezca, los agreda, los hiera.
Tal vez sea alguna mala conjunción astral
que los enloquezca y transforme.
Tal vez efecto especial de una película clase B
el sonido de mi voz
o una pluma que cae.
Quisiera encontrar la fórmula
detener el tiempo
cambiar la luz
que los duendes no cambien...


1 Comments:

Blogger Matías said...

yo vi una pelicula donde habia unos bichos que cambiaban si se mojaban o comian despues de las doce o algo asi, no recuerdo bien, fijate que les estas dando de comer y a que horas, si es que los alimentas...

2:52 p. m.  

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