La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

21 septiembre 2012

Tratando de conocer
acerca de las medusas
sus costumbres y modos
porque dicho organismo marino
me resulta de atracción inevitable,
bestia primitiva,
escaso desarrollo neurológico,
a pesar de ello, admirable,
su modo de transcurrir la vida:
transparente, imperceptible casi,
diría que bajo perfil,
flotando entre corrientes,
o con un potente sistema basado
en la propulsión a chorro de agua,
y el detalle más brillante:
largos tentáculos que flotan, invisibles,
cargados de células urticantes.

Flotar en paz no significa
que cualquiera pueda tocarte.