A veces, las palabras no bastan
para vencer al silencio.
Pérfidas, se guarecen lejos
más allá de la voz
que quisiera nombrarlas.
Amuralladas,
aguardan el instante preciso
para liberar su estruendo.
Palabras tercas, palabras suaves,
tenues o luminosas,
olvidadas o presentes,
como si fuese un bosque
poblado por mil especies,
al final de un desierto
o escondido en una isla
y de pronto las voces
lo señalaran al unísono.
las palabras salieran
asomaran sus ojos miopes
agitando manos pequeñas
para vencer al silencio...
1 Comments:
¡Cuidado con las serpientes y las palabras! Baudelaire larga en sus Flores del mal diciendo que la madre preferiría engendrar un nido de víboras antes que un poeta... mirá si la abuela te dice que preferiría una cucha de yarará en vez de a vos... muuucho cuidado!
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