La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

16 octubre 2006

Me persiguen batallones de sombras
siguen mis pasos con cautela
me asedian sin pausa en las tardes
los días comunes, banales.
Escuadrones de silencios se asocian
matando mis pobres deseos
cegando mis ojos sin lágrimas
las noches sin fin del invierno.
Crepúsculos interminables
viajes lentos hacia el oeste
andando hacia la tumba
de los sueños que fueron.
Me alcanzan las sombras
me atrapa el silencio
por desiertos caminos
atravesando el desierto.


1 Comments:

Blogger Matías said...

a veces desde las sombras surgen las respuestas, las soluciones, solo hay que saber mantener la prudente distancia, no vaya a ser que las sombras rigan nuestros caminos....

3:46 p. m.  

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