La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

01 mayo 2012


Para que exista el poema

Palabras que son relámpago
historias cargadas de tiempo, de siglos,
dorados o azules, perros o niños,
cortinados cubriendo lo que los cristales exponen
suntuosos ritos, iglesias oscuras.
Palabras barrocas, tan excesivas que abruman.

O se ciñen con rigor a los hechos:
Perfiles agudos, historias paralelas
líneas formadas por infinitos puntos
círculos perfectos conteniendo exactos trescientos sesenta grados
triángulos equiláteros para explicar el Dogma.
Palabras exactas, tan precisas que hieren.

O acariciando gestos, envolviendo el llanto
dan nombre apropiado a cada recuerdo
lo acicalan, toman el mejor perfil y disparan
para traer desde un lugar tal vez perdido,
sorprendente o casual,
en andas la más bella historia jamás contada o escrita.
Palabras vivientes, palabras de la Memoria.