La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

18 mayo 2007

El problema se origina a partir de que la capacidad de anhelar cosas es infinitamente superior a la aptitud para conquistarlas.
Esto, en algunos casos, genera profundas depresiones.
En otros, profundo conformismo.
Hay quienes se dan maña para lograr una depresión conformista. Luchan a brazo partido para que nadie logre disminuir o minimizar su depresión.
Es complicado...

1 Comments:

Blogger María (Letras) said...

Si al fin... ¿cuántas filosofías y antifilosofías (o filokratías, acaso) han tratado de buscar medios para aprender a no desear... enseñar a no querer nada? Por el contrario, los publicistas parecieran querer decirnos que todo lo podemos y que todo lo queramos.
¿qué es peor?
Uy, espero no estar luchando para mantener a flote me depresión...

2:17 a. m.  

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