La resonancia de los suplicios

El suplicio penal no cubre cualquier castigo corporal: es una producción diferenciada de sufrimientos, un ritual organizado para la marcación de las víctimas y la manifestación del poder que castiga, y no la exasperación de una justicia que, olvidándose de sus principios, pierde toda moderación. En los "excesos" de los suplicios, se manifiesta toda una economía del poder. Michel Foucault, Vigilar y castigar, Siglo XXI editores, Buenos Aires (2002)

Nombre: blanconegro
Ubicación: Argentina

27 abril 2007

Vivir con mis propios errores ya me cuesta demasiado trabajo...

Con las palabras todo cuidado es poco, mudan de opinión como las personas.

Las palabras son rótulos que se adhieren a las cosas, no son las cosas, nunca sabrás cómo son las cosas, ni siquiera qué nombres son en realidad los suyos, porque los nombres que les das no son nada más que eso, el nombre que le has dado.

...el cielo, o el espacio sideral, si preferimos darle un nombre poético a la convulsa realidad del universo en el que somos un hilo de mierda a punto de disolverse.

José Saramago (2005), Las intermitencias de la muerte, Alfaguara, Buenos Aires.

1 Comments:

Blogger Matías said...

no se por que nunca pude terminar ese libro, menos mal que me hiciste acordar, lo leere de nuevo...

1:08 a. m.  

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